jueves, 8 de marzo de 2007

Mujer

Mujer

De un suspiro divino surgiste, cual amor no confesado
que escapa al viento;
fuiste niña y un día sin entenderlo, aun jugabas con muñecas
estando enamorada; en cada pelea de las fieras pones

la suave capa de la tolerancia y
en cada dolor ajeno, pones todo tu sanador afecto.
Ansias con tu sangre un hijo propio, con tu sangre lo alimentas y proteges
darías tú la vida, lo que sea por que a tu "pequeño sol" nada lo aqueje.
De todas tus cosas eres ferviente amante, de tu amor, de tu trabajo e ideales
y luchas por ganar cada segundo, una sonrisa, una caricia, un aliento,
para luchar y así seguir viviendo.
Todo los das y más, sin nada a cambio, todo hasta dejar yermo tu espíritu,
pero eso no basta para que te detengas, porque sabes que Dios
ferviente, fuerte y floreciente, lo mantiene.
Por eso hoy te digo: no te rindas, aunque te sientas a veces quijotesca
luchando a los dilemas, cual molinos; una lucha que te cansa,
a veces, parecerá que nada alcanza, pero tomate tiempo ,
respira y luego avanza, el amor será tu alimento y el tiempo tu remedio.
Así, pasa la vida y aunque sientas, que vas envejeciendo sin remedio
si has luchado tanto, ¿que importa envejecer? es circunstancia...
de que tu espíritu crece y ya... es eterno.
Yo como hombre, te agradezco haber puesto tu amor para crearme,
habiendo tantas cosas en la vida, elegiste amarme a mi, QUE PRIVILEGIO.
Si a veces, te falle hoy me disculpo y pido ante Dios que me perdones
lo pido ante el porque tu eres, emisaria de su paz y recipiente de sus dones.
Deseo que hayas pasado, el mejor de los mejores de tus días
y que cada día nuevo sea: un renacer, un aprender y un despertar
hacia la conciencia de que eres única... porque solo tu: DAS VIDA.